El multinstrumentista, compositor y director musical John Santos (San Francisco 01-10-1955), publicó recientemente el disco Perspectiva fragmentada, para su propia discográfica Machete Records.
Como es costumbre los discos de Santos albergan, en su contenido, una decidida dosis de conciencia social, la cual se evidencia a través de su práctica y desarrollo de alto nivel musical. Esta postura artística es aplaudida y agradecida por parte de cientos de melómanos del mundo, dados los obstáculos para llevar a buen puerto propuestas de este tipo.
Perspectiva fragmentada tiene mérito de cultivar géneros no considerados con un alto interés por otros artistas. Como en discos anteriores el recorrido panorámico de Santos por el Caribe lo conduce a la consideración de diversas músicas, principalmente aquellas en las cuales el tambor posee un rol protagónico.
Perspectiva fragmentada no sólo es la canción con la cual se designa el disco, es el número inicial con el cual cuestiona de manera abierta y sabrosa, como suelen hacerlo las festivas músicas populares del Caribe, a través de un estribillo (tú perspectiva fragmentada, no ve la realidad…) el punto de vista sesgado respecto de la perspectiva social, de dirigentes y masas en nuestras sociedades. Perspectiva incompleta, la cual muchas veces incide en ocultar la realidad sociopolítica de un mundo convulsionado, el cual se diluye entre las desigualdades existentes entre sectores dominantes y subalternos.
Campana la Luisa, es un afro-son el cual revela las tradiciones espirituales africanas traídas por miles de esclavos, las cuales una vez relocalizadas en el nuevo mundo y con el conocimiento adquirido para su práctica, por cientos de descendientes, se prolongan. El número expone una serie de vocablos de origen Congo, con los cuales se intenta brindar mayor autenticidad a la interpretación. La descarga Ritmático,afincada conceptualmente en el sentido de ayer, conserva el espíritu y dinámica de siempre. El danzón Israel y Arístides, autoría del propio Santos, es dedicado a Cachao y Tataguines. Chiquita, firmado por el bajista del quinteto Saúl Sierra, otro número de la cuota danzonera.
La rumba de cajón, cada vez más en desuso, por estar asociada a la ruralía y a los solares, se recupera en este disco con el propósito de reivindicar la presencia del cajón y su valor histórico. En el siglo XIX y XX los cajones reemplazaron los tambores ante la prohibición establecida por el gobierno. No te hundes, bomba-jazz en la cual interviene el cantante Jerry Medina. Los números Mi corazón borincano y Dos esquinas, se destacan por su combinación de formas musicales. El primero de ellos, utiliza el seis con décimas alternado con el mozambique, interpretación en la cual se destacan Orlando Torriente (voz), Orestes Vilató (timbal), Nélson González (tres) y Johnny Rivero (congas). Dos esquinas, presenta la fusión del ritmo de los tambores batá de origen litúrgico, con el cha cha chá y su danza de carácter secular. Cada número es dedicado a diferentes cultores de las más valiosas expresiones musicales del Caribe, así como a personas cercanas a Santos y sus trayectoria profesional.
John Santos vibra en San Francisco con un afinque bonito, en un amarre apretao y un guajeo con tumbao. Por Roberto Carlos Lujan
Tracks: Perspectiva Fragmentada; Campana La Luisa; Ritmático; Chiquita; Consejo; Not In Our Name; Dos Esquinas; Mi Corazon Borincano; Israel Y Aristides; No Te Hundes; Mexico City Blues; Visan
Integrantes: John Santos: percusion; Orlando Torriente: vocales; Orestes Vilató: timbales; Nélson González: tres; Johnny Rivero: congas
Machete Records, 2008