Un veterano de mil batallas regresa a la escena musical luego de 20 años de dedicarse a tocar en orquestas de la Armada de Los Estados Unidos: “Recrudescence” es el nombre del álbum de Alfredo Falú y su Latin Jazz Ensemble, una excelente producción que combina de forma holística elementos de jazz latino y salsa. Este puertorriqueño inició su carrera musical siendo muy joven (15 años de edad) en la orquesta de Ángel Nater grabando en dos de sus discos; posteriormente trabajó con Jorge Millet, uno de los más grandes arreglistas de la historia de la salsa (lastimosamente poco reconocido), siendo parte de los músicos que grabaron en el disco “A magic dream” en 1979. Una noche llegó el legendario bajista Bobby Valentín a su hogar para invitarlo a ser parte de su orquesta en una gira de mes y medio por Panamá, Nueva York y Chicago, en reemplazo del saxofonista Humberto Ramírez Sr (el padre del trompetista Humberto Ramírez, leyenda viviente del jazz latino en Puerto Rico); a los pocos días Bobby le ofrece que se quede definitivamente y permanece en su orquesta durante 10 años en los cuales grabó el saxo barítono en varios álbumes del rey del bajo tales como “Va a la cárcel”, “Afuera”, “Musical seduction”, entre otros.
En 1980 hace una pausa en el ambiente musical y decide enlistarse en las Fueras Armadas: “Fue una época en que el merengue tomó un auge en Puerto Rico y el trabajo en la salsa bajó un poco. Tocaba con Bobby en las fiestas patronales de Loíza y conocí una muchacha que era reclutadora, y me habló de las bandas del Army. Quise probar. Fui por tres años y me quedé por 20. Trabajé en una banda de conciertos, en el ‘big band’; viajamos a Japón, tocamos con la Sinfónica de Tokio. Fue una experiencia tremenda. Toqué jazz y en el mes hispano aportaba lo latino”, dice el maestro Alfredo, cuyo acercamiento al jazz se remonta a 1977, cuando organizó el Grupo Ejecución.
El disco que nos trae Falú tiene un aspecto muy significativo para él, no sólo es su primera grabación como líder sino que en ésta participaron sus dos hijos Yamil y Kevin, además de su nieta Ninotchka; el primero aportó su talento en la parte vocal y en el bongó, el segundo en el saxo barítono y voz mientras que su nieta canta uno de los temas y hace coros. Así mismo para la producción del disco se juntó a un verdadero All Stars de músicos boricuas entre los que cabe destacar a en las trompetas a Charlie Sepúlveda, Ángel “Angie” Machado y Julito Alvarado (el de Sur a Norte), en el piano nada menos que Luis Marín, Lenny Prieto y Eric Figueroa; en las congas William “Danny” Thompson y en los coros Rafu Warner junto a su hija Lisa Warner.
“Montuno” el tema que abre el disco, es original de Lalo Schifrin (pianista argentino creador del archifamoso tema de Misión Imposible) quién incluyó esta composición en su disco “Latin jazz suite” (1999) con la participación de nada menos que David Sánchez en el saxo y Jon Faddis en la trompeta. En esta ocasión Alfredo logra combinar magistralmente partes de jazz latino con jazz americano destacando él en el sólo de saxo y agradables sólos de trompeta y piano. Luego suena “Modulando”, inicialmente grabado por Tito Rodríguez en 1968 en el álbum “Estoy como nunca”, es una bonita canción cuyo arreglo al inicio suena como un tema de jazz de los años 40 para pasar a un interesante bolero cha cha cha en la voz de Yamil Falú que a medida que avanza vuelve a presentar partes jazzísticas. En 1973 Eddie Palmieri grabó el disco “Sentido” en el que se incluyó el tema “Condiciones que existen”, algo así como un latin funk en el que Palmieri con el coro mandaba una voz de protesta denunciando que a los latinos “no nos dejan guarachar”; Falú se atreve a hacer su versión de este tema saliendo bien librado pues se mantiene el estilo funky, se percibe la voz de Ninotchka en el coro imprimiéndole un estilo llamativo, un solo de cuatro de Benjamín Laboy además de la presencia de sólos de trompeta con sordina, saxo.
Yamil de nuevo aporta su voz de nuevo en “Lucky mambo” que es parte de la cuota salsera y bailable del disco. Mongo Santamaria lo grabó en 1965 en su producción “El bravo”, en este caso destaca también el sólo de bongó de su hijo Yamil. Las voces femeninas reclaman su puesto y para ello Lisa Warner (hija del famoso cantante Rafu Warner) canta la canción “Reflexión” un tema de corte romántico pero muy sabroso, muy bailable en el que el toque de la batería de Efraín Martínez le brinda un sonido atractivo y no convencional. Así mismo el otro aporte vocal femenino viene por parte de la nieta de Alfredo quien se encarga de “El monito y la jirafa”, un cha cha cha también de Tito Rodríguez que se incluyó en el LP “Live at the Palladium” de 1961, donde se destaca un buen sólo de piano y su coro jocoso “Sube monito sube, sube dame un besito, sube que yo no bajo, baja que yo me rajo”.
En términos generales, un regreso a lo grande por parte del experimentado maestro Alfredo Falú, un disco digno de colección muy agradable para el oyente y para el bailador. ¡Recomendado!
Agradecimiento a Héctor Copete Daza por sus aportes.
reseña de Mario Enriquez